El libro «El BARRIO», que publica el I.E.S San Juan De Dios cada año, es ya toda una referencia en materia de divulgación pedagógica y cultural en Medina Sidonia.
En la última publicación de 2015, en la sección de Medina Sidonia y la conservación de su patrimonio arquitectónico, he tenido la oportunidad de escribir un artículo sobre la rehabilitación de la vivienda de la calle Victoria nº9 de Medina Sidonia, que realizamos en el estudio. A continuación se reproduce dicho artículo.
Si todavía no conocéis el libro «El BARRIO», os animo a descubrirlo en el siguiente enlace.
Propósito de la obra de Rehabilitación parcial del inmueble situado en la calle Victoria nº9
Siempre entendí la Arquitectura como una actitud ante la vida, una forma de enfrentarse a ella y una oportunidad para expresar lo que somos y poder cambiar las cosas. Más allá de un desempeño cualificado o un oficio, es esa actitud de compromiso, de no conformarse con lo dado, de intentarlo, lo que creo que en el fondo nos cualifica como Arquitectos.
Hace ya algún tiempo, Miguel Roa, me invitó a escribir sobre la obra de rehabilitación del inmueble de la calle Victoria nº9 de Medina Sidonia que habíamos desarrollado en el estudio hace poco tiempo. Hablando con él, me decía, que le parecía interesante al tratarse de una intervención muy singular, en una de las casas más características del casco antiguo. Comentaba con él, que quizá más que contar la rehabilitación en si, o mejor dicho, aprovechando esta como hilo conductor, me gustaría hablar de la actitud a la hora de afrontarla, o de lo que no se cuenta, o se revela en las fotos, o en la memoria técnica del proyecto. Espero estar a la altura de este propósito.
Cuando se acomete un trabajo como es este, hay creo, dos cosas que están en la base para que el resultado final sea satisfactorio. Una primera y fundamental, es el conocimiento previo del objeto, en este caso del inmueble a rehabilitar. La otra y quizás la más importante, es el conocimiento de las necesidades del cliente, en este caso de sus dueños, para hacer compatibles la intervención con esas aspiraciones, que no tiene porque ser las que desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, el edificio requiera, pero que en vez de verlas como un inconveniente o una traba, se puedan transformar bien estudiadas y resueltas, en el factor determinante que haga posible la intervención.
Muchas veces, desde fuera, tenemos una visión pintoresca del patrimonio y lo antiguo, como algo intocable , sobre todos las administraciones competentes, que a través, creen, de fichas de protección, ordenanzas o planes especiales, encorsetan muchas veces las propuestas en una imagen fija y poco flexible, de una ciudad, que no nos olvidemos, es reflejo de la vida de sus moradores. Por eso, creo, que si desde nuestra aportación como Arquitectos, no somos capaces de integrar y hacer posible el encaje de ambos mundos, es inviable hoy día la urgente intervención en el vasto patrimonio de inmuebles, que podemos disfrutar en nuestros pueblos o ciudades, y que no es otro que, el de las casas sin nombre, que configuran como conglomerante, la ciudad que todos compartimos y queremos.
Estado previo a las obras: fachadas a calle Victoria, Plaza y calle Altamirano
El inmueble objeto de la intervención se encuentra situado en la calle Victoria nº 9 de Medina Sidonia. Según la ficha del catalogo del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico de Medina Sidonia , data del siglo XVIII y se encuentra catalogado con el nivel B1, que es de protección más alta dentro de los inmuebles pertenecientes al caserío. Se adjunta ficha del catálogo
Las cubiertas de todo el edificio presentaban una patología grave por filtraciones de agua, producto de una falta de estanqueidad continuada en el tiempo y que había afectado a la estructura soporte de madera, con mayor o menor medida según las zonas y que se traducía en: putrefacción de la madera, perdida de material y sección, desconexión entre sí de los distintas vigas y entre éstas y el soporte de los muros, flecha excesiva y pérdida de la capacidad portante de dicha estructura. Esta pérdida de la capacidad portante se veía reflejada claramente también en parte de la galería, donde la estructura de la cubierta estaba a la vista y presentaba ya un apeo, y en otras numerosas zonas de la cubierta a una y dos aguas.
Las continuas filtraciones de agua habían generado las afecciones descritas sobre la estructura soporte de la cubierta, por lo que cualquier obra encaminada a resolver los problemas de estanqueidad, tenían que partir por garantizar la capacidad soporte de dicha estructura.
Estado previo a las obras: Cubierta previa existente
La actuación principal que contemplaba la rehabilitación era la sustitución de la cubierta existente , estructura de madera soporte y cobertura de teja, por otra con la misma configuración, volumetría y materiales, también de estructura de madera, alfajías y ladrillo por tabla, con cubrición de teja curva cerámica, y con nueva incorporación de aislamiento térmico.
Esta “nueva” cubierta, incorpora una nueva zona de azotea plana hacia el interior del patio, sobre la vertical de la escalera principal del inmueble y parte del soberado hacia calle Altamirano. Esta configuración, parte de una demanda del cliente y fue la llave para hacer viable el resto de la intervención. Supone, el uso de esta azotea como solárium y mirador, lo que dota a la finca de un atractivo mas para su puesta en valor, que sus dueños demandaban, y permite un acceso cómodo para las labores de mantenimiento que toda cubierta necesita.
La ubicación que se propuso para dicha cubierta plana, no es visible desde el exterior, y no modifica el volumen perceptible de la finca y por lo tanto su imagen urbana, dándose la circunstancia que dicha cubierta plana limita hacia la calle Altamirano con el mismo peto que originalmente remataba la antigua cubierta hacia dicha fachada, como si de una cubierta plana se tratase, por lo que se propuso resolver de la misma manera, el antiguo hastial que era visible de la cubierta inclinada antigua, que aparecía hacia dicha calle.
Fotos del estado de la obra: montaje de la nueva estructura de madera
Hay que decir que la decisión de reconstruir las estructuras inclinadas de los tejados, con los mismos materiales que los existentes, es decir de vigas de madera sobre carreras y alfajías con ladrillo tosco por tabla, va mas allá de las imposiciones o requerimientos que el grado de protección del inmueble exigía, y es una apuesta hecha desde el proyecto, que sus propietarios entendieron de buen grado, al hacerles ver que era viable económicamente, compatibilizándolas con otras actuaciones de estructura de hormigón más convencional, en zonas menos nobles, como eran las cubiertas planas. De esta manera, la nueva estructura de madera, se convierte en soporte de la nueva cubierta inclinada y envolvente terminada a la vista, de los espacios que va cubriendo, no perdiendo el carácter que estos espacios tenían.
El acceso a la zona de cubierta plana, se realiza desde el interior de la vivienda de planta primera sobre la crujía principal de la calle Victoria y se resuelve con un pequeño volumen con cubierta a dos aguas, de la altura mínima suficiente para permitir el paso. Dicho acceso queda hacia el interior del faldón de cubierta a dos aguas sobre la crujía principal y a cota inferior de la coronación de ésta, no siendo por lo tanto perceptible desde la calle.
Para la construcción de esta cubierta plana se propusieron forjados de hormigón aligerado que permitían un menor espesor y que no modificaban la resolución constructiva inferior de los espacios que cubre dicha cubierta, al tratarse de zonas que ya de por sí antes, presentaban una configuración inferior resueltas mediante falso techo de cielo raso.
La actuación se completa con la sustitución de otra pequeña cubierta plana existente, la rehabilitación de la galería del patio, mediante cubrición de vigas jácenas de madera y paños de vigas, alfajías y ladrillo por tabla, similares a los existentes y el saneado, enfoscado y pintado de las fachadas.
La actuación en las fachadas se llevo a cabo, conservando todos los elementos decorativos originales existentes, recuperando las cerrajerías originales y eliminando los elementos distorsionantes, reordenando a su vez la configuración de los huecos de planta baja hacia calle Victoria y abriendo otros de carácter menor, en armonía compositiva con éstos, para permitir el uso futuro de las estancias a los que sirven.
Todas estas actuaciones fueron compatibles con el grado de protección que el PEPRICH establecía para la finca y la zona de ordenanza que le es de aplicación, y suponen un acuerdo bastante medido entre las necesidades de los propietarios y el adecuado deber de conservación que la finca merece. Fueron bien entendidas por sus propietarios y sobre todo, como creo, no pudiera ser de otra forma, por las administraciones competentes que tienen el deber de facilitarlas para así hacer viables la protección y la conservación que requieren .Lástima que las compañías suministradoras de electricidad y teléfono no hayan sido más sensibles a la hora de recolocar los trenzados existentes, siguiendo la propuesta que se les hizo desde la obra, sin necesidad de ningún coste mas a satisfacer por los propietarios como ellos demandaban, en un ejercicio de monopolio y prepotencia, que daría para hablar en otro artículo.
Planta segunda: Altillo y cubiertas planas
En el transcurso de la obra, tuvimos en el estudio la oportunidad de desarrollar el diseño interior y la reforma de la vivienda superior de planta primera desde la calle Victoria. Esta vivienda ocupa la primera crujía y parte de la galería del inmueble, así como parte del antiguo soberado de la casa en planta segunda. Su propietaria requería de un espacio abierto y diáfano con una zona de altillo y escalera que resolviera el acceso a la planta superior y a la nueva azotea plana solárium. La propuesta que se llevo a cabo, parte por introducir un único elemento que resuelve todo lo demandado, sin perder la espacialidad resultante de la intervención realizada en las cubiertas inclinadas de madera y en contraposición a estas. De esta forma propusimos una estructura metálica muy liviana, casi efímera, cuya forma y disposición fuese completamente ajena a los elementos y materiales presentes en la envolvente interior de dicho espacio, pero en dialogo con los mismos, evocando algunas formas presentes en la cochas superiores de los huecos de fachada y permitiendo el entendimiento de toda la casa como un único espacio. Su propietaria supo entender la propuesta, en una apuesta valiente y de confianza que creo ha redundado en el resultado final conseguido.
Nuevo Altillo
Por último, me gustaría terminar, con un extracto de las palabras, que el gran arquitecto y maestro de maestros, D. Alejandro de la Sota, pronuncio en la recepción de la Medalla de Oro de la Arquitectura del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, allá por el año 1988 y que creo están aun hoy plenamente vigentes.
“¿Qué tienen los Cascos antiguos de las ciudades que tanto respeto imponen? Bien analizados resulta que están formados por las grandes iglesias, catedrales, palacios y hospitales que representan los puntos singulares de la ciudad y una trama cerrada de pequeñas casa que rellenan los espacios que envuelven a aquellos otros importantes. Sus calles sinuosas le dan el resto de su encanto. Ya está. Envejecen juntos con un buen envejecimiento.
Mientras nos sentimos tan acogidos en lo que el patrimonio nos cuida, olvidamos lo que a nuestro ojos se está construyendo, por nosotros mismos y, luego, con gran sorpresa, nos lo encontramos rematado y listo para vivirlo y sufrirlo. Quizá sea más patrimonio una playa inmaculada que la vieja plaza de su ciudad. Quizá sea más patrimonio un edificio de nuestro días que tantas y tantas viviendas decimonónicas hoy intocables.
El dinero y el poder de promoción está en otras manos. Venecia y Florencia tuvieron la suerte de tener el poder y el dinero en comerciantes. Nobles y banqueros con mentes delicadas para la elección de los mejores artistas; hubo pugna para seleccionarlos. Hoy esto no es así. La arquitectura o es popular o intelectual, lo demás es negocio. Pensemos cual es la que queremos hacer y cuál es nuestra responsabilidad.
Nosotros los arquitectos tenemos, en la gran medida que nos corresponde, que canalizar lo que nos dan. Momentos antes del desastre. Hacia ese buen camino que también hoy existe. De nuestro saber, de nuestra persuasión e incluso de nuestra fortaleza, puede esperarse transformar lo malo exigido en bueno realizado. Queda finalmente la pequeña gran renuncia.
Los edificios monumentales siempre estuvieron en buenas manos, se sabe de sus autores. Sin embargo, la pequeña trama de casas fue hecha ¿Por quién? ¿Qué institución cuida de las ciudades dormitorios? Proteger el patrimonio no con ordenanzas sino con sensibilidades es el único camino. Habría que revisar esto y tantos otros hechos de hoy.”
Abogo por qué cultivemos más, todos, esas sensibilidades, mejor le irá a nuestras ciudades.
Dejar una Respuesta